El Arq. Luis Tavella, Vice-presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) en ejercicio, prevé un clima financiero nacional positivo para el 2018, mientras pide al Gobierno la instalación de políticas económicas favorecedoras para la producción nacional y hace un llamamiento urgente en torno a mecanismos de diversificación industrial para el interior del país.
Mientras el Brasil y la Argentina tropiezan con dificultades para superar el déficit, el Paraguay proyecta un crecimiento económico del 4 % para 2018, conforme con datos del Ministerio de Hacienda y el Banco Central del Paraguay, refiere el Arq. Luis Tavella, quien actualmente ejerce la vice-presidencia de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
El estado positivo de la economía paraguaya es un punto a destacar, a criterio del Vice presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), el Arq. Luis Tavella. “Esto repercute en el crecimiento de las industrias, en algunos sectores más que en otros. El de la construcción se ha visto altamente beneficiado por un desarrollo, que fue del 35 % hace cuatro años, tanto para los que construyen como para los que proveen insumos y servicios para las obras”, mencionó.
El titular en ejercicio acotó que, hoy día, el sector sostiene un crecimiento estable del 6 % y que emplea, de forma directa, a no menos de 200 000 trabajadores.
Para mantener este índice, se debe generar la suficiente cantidad de obras: “Se puede lograr desde los sectores público y privado. Desde el público, a través de obras de infraestructura, en las que estamos muy atrasados; y en el privado, por los fondos que existen en el sistema financiero o los de seguridad social”. En la banca privada hay dinero ocioso, como las tasas de Certificado de Depósitos de Ahorro (CDA), que cuentan con intereses cada vez más bajos y que pueden ser puestos a producir.
Por otro lado, según datos recogidos durante el último lustro, la industria de la maquila registró un enorme progreso. Si bien no posee carga impositiva, su mayor beneficio para nuestro país radicó en la creación de, aproximadamente, 14 000 puestos de trabajo directos, dignos y formales; trabajadores que, a su vez, consumen diferentes tipos de productos y mueven la economía. Indirectamente, se calcula que otras 14 000 personas se ven favorecidas.
De manera similar con el cambio político en la Argentina sobrevino una actualización monetaria que provocó una diferencia cambiaria en detrimento del contrabando de productos domisanitarios y alimenticios. Automáticamente, estos dos rubros pudieron, de vuelta, nivelarse, recuperar el mercado, y cuentan con proyecciones estables para el 2018.
Expectativas políticas
“De este nuevo año y con el cambio de Gobierno, esperamos que todas las compras públicas sean construidas y hechas por mano de obra paraguaya. Cuando
compramos algo de procedencia china o brasileña, estamos dando rentabilidad a otro país, en vez del nuestro. Uno de los grandes desafíos que tenemos en la UIP es hacer entender al Estado que toda compra y obra debe ser 100 % nacional”, enfatiza Tavella.
El arquitecto asegura que el trabajo paraguayo puede competir en calidad y precio con las industrias extranjeras, sin lugar a dudas: “En los últimos diez años, se ha introducido muchísima tecnología y capacitación. Hoy tenemos producción de calidad igual, e incluso, mejor que nuestros vecinos”.
Como presidente en funciones de la UIP, Luis Tavella afirma que, para el Paraguay, el Mercosur no funciona como potenciador de la producción local, puesto que existen complicadas trabas arancelarias para la exportación fluida al Brasil y la Argentina.
Dentro de la industria de la energía eléctrica, el Paraguay necesita una fuerte inversión en distribución; un grave problema que afecta a todo el país. “Tenemos una gran capacidad de generación de energía y, de alguna manera, con las dos líneas de 500 kV logramos paliar el déficit de transmisión, pero en términos de distribución estamos atrasados y no menos de diez años. Evidentemente, el Estado no va a poder hacer tamaña inversión por sí solo y va a tener que recurrir al sector privado por medio de una alianza público-privada o bien, la tercerización de zonas. Si no, es muy difícil que se pueda realizar la inversión requerida”, detalla Tavella.
Como sugerencia para emprendimientos emergentes, el Arq. Tavella ve futuro en propiciar industrias en el interior del país a fin de evitar la enorme migración registrada anualmente por falta de oportunidades laborales: “Hay que crear condiciones ventajosas para el desarrollo de empresas, a efectos de que las personas puedan permanecer en sus hogares y no sufrir el desarraigo de mudarse a la capital, donde muchas veces tampoco logran conseguir un puesto”. En este sentido, llama la atención sobre zonas propicias, como lo son Alto Paraná e Itapúa.
Si bien se vislumbra con optimismo el 2018, Luis Tavella puntualiza en la necesidad de inversión pública y la generación de mecanismos eficaces que protejan la industria y resguarden su crecimiento.